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Lavrov cree que la guerra “ha unido a Rusia en un grado sin precedentes” | Internacional

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, celebra su conferencia de prensa anual en Moscú, este jueves.MAXIM SHEMETOV (REUTERS)

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, considera que la guerra contra Ucrania ha servido para cohesionar a la ciudadanía. “La operación militar especial [el nombre oficial del Kremlin para una invasión que se encamina a su tercer año] ha unido a nuestra población en un grado sin precedentes y ha contribuido a limpiarla de la gente que no se sentía involucrada en la historia y la cultura de Rusia”, ha manifestado el jefe de la diplomacia al hacer balance sobre la situación geopolítica de la nación. El ministro ruso ha querido destacar tres mensajes. En primer lugar, cree imposible dialogar con Estados Unidos hoy. Además, aventura que Moscú no renunciará a sus objetivos en Ucrania y cree injusto que Israel califique los asesinatos de civiles en Ucrania como crímenes de guerra mientras minimiza su ofensiva en Gaza.

El jefe de la diplomacia rusa ha citado al escritor soviético Mijaíl Zhvanetski para explicar las supuestas bondades para Moscú del enfrentamiento bélico en Ucrania, que se ha cobrado ya cientos de miles de vidas. “Nuestro pueblo necesita una gran guerra para unirse de verdad. Parece incluso gracioso, pero en cada chiste hay algo de verdad”, ha recalcado Lavrov ante la prensa, el mismo día en que Moscú ha convocado al embajador francés tras afirmar que sus fuerzas habían matado a mercenarios franceses en Ucrania.

Lavrov ha justificado la invasión de Ucrania por dos motivos: sus negociaciones de adhesión a la OTAN, a la que aún se resiste la Alianza Atlántica, y su alejamiento de Rusia. “(Moscú) no toleró que el régimen de Kiev atacase todo lo ruso: la lengua, la educación, la cultura de personas que han vivido durante siglos en los territorios desarrollados por sus bisabuelos y tatarabuelos, y que siempre fueron suelo ruso, parte del mundo ruso”, ha enfatizado el mandatario, después de remarcar que la defensa de lo que considera “mundo ruso” fuera de sus fronteras es un interés nacional irrenunciable.

El ministro de Exteriores ruso ha valorado positivamente el impacto de la guerra en la población de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán entre el 14 y el 17 de marzo. En el caso de los comicios ucranios suspendidos este año, Lavrov ha afirmado: “Occidente recomienda encarecidamente a [Volodímir] Zelenski que celebre las elecciones porque tiene la esperanza de que la campaña electoral y la votación le atraigan a la corriente que defiende los intereses occidentales, pues [Zelenski] se está alejando cada vez más”.

El responsable de Exteriores ha evitado pronunciarse sobre la carrera electoral estadounidense y su posible impacto en el apoyo militar y financiero a Ucrania, y aunque mantiene que Moscú accede a negociar, rechaza hacer ninguna concesión. “Rusia logrará sus objetivos. No hay ninguna esperanza de que Rusia sea derrotada”, ha amenazado Lavrov.

Diálogo con Estados Unidos

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El máximo responsable de la diplomacia rusa en las últimas tres décadas ha aseverado también que “hoy por hoy no hay ninguna base para dialogar con Estados Unidos” sobre el principio de la estabilidad estratégica entre ambas potencias. “Ellos no ocultan sus propósitos (…) de no incluir en el debate las fuerzas no nucleares”, ha afirmado, lo cual “consolida la importante ventaja cuantitativa de Occidente en su conjunto”.

Lavrov también ha afirmado que el Kremlin nunca ha amenazado con el uso de armas nucleares a pesar de que en el último año ha desplegado este arsenal en Bielorrusia; ha suspendido dos tratados clave, unos sobre su control y otro sobre el veto a los test de armas de destrucción masiva; y el propio dirigente ruso ha recalcado varias veces que se reserva el derecho a emplear “cualquier medio” en defensa de sus intereses.

“Todo el mundo dice que Putin amenaza con una bomba nuclear, aunque nunca lo ha dicho, a diferencia de los europeos y los estadounidenses”, ha apuntado Lavrov antes de afirmar que “los alemanes dijeron que la OTAN también tiene armas nucleares y el ex primer ministro británico manifestó que no dudaría en apretar el botón”. “No tenemos miedo”, ha agregado el ministro de Exteriores ruso.

La ruptura con Occidente se ha traducido en un esfuerzo por parte del Kremlin por atraer a Asia, África y Latinoamérica a su causa. “Las relaciones entre la Federación de Rusia y la República Popular China atraviesan el mejor período de su centenaria historia”, ha manifestado el diplomático. Aunque ha matizado que ambas potencias son solo socios, sus vínculos son “más fuertes que durante la alianza militar que mantenían durante la Guerra Fría”.

En su búsqueda de aliados, Moscú ha terminado por inclinarse hacia Irán, su principal proveedor de armas junto a China y Corea del Norte, en detrimento de Israel. Lavrov ha aprovechado esta ocasión para criticar al Ejecutivo de Netanyahu. “En nuestra operación militar especial no ha habido tantas víctimas civiles en dos años como las que hubo estos tres meses [en Gaza]”, ha comparado el ministro de Exteriores ruso, aunque tanto en territorio palestino como en territorio ucranio aún tendrá que pasar mucho tiempo para conocerse la magnitud de la masacre de civiles.

El ministro de Exteriores ruso también ha hecho énfasis en que la expansión de los BRICS acordada en 2023 implica un paso más “hacia un mundo multipolar”. Sin embargo, la renuncia del Gobierno argentino de Javier Milei a unirse al grupo pocos meses después de que el anterior Ejecutivo prometiera su incorporación ha supuesto un jarro de agua fría en el grupo de países emergentes. “No es una negativa, ahora no están preparados, o así lo tomamos nosotros”, ha manifestado Lavrov. “Cuando el Gobierno del presidente [Javier] Milei esté asentado, tomarán una decisión final”, ha elucubrado el ministro de Exteriores ruso.

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By Otilde Pedroza Arredondo

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