La trashumancia y la técnica del vidrio soplado en España son desde este miércoles Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así lo ha decidido el comité de la Unesco, reunido esta semana en Kasene (Botsuana). La candidatura de la trashumancia, internacional, estaba liderada por España, y reconoce esta modalidad de pastoreo también en Albania, Andorra, Croacia, Francia, Luxemburgo y Rumania, ha informado el Ministerio de Cultura en un comunicado. Ya tenía este reconocimiento en Austria, Grecia e Italia, por lo que son 10 los países que comparten este patrimonio.
España cuenta con 125.000 kilómetros de vías pecuarias, que cubren todo el territorio peninsular y de las islas, que ponen de manifiesto que la trashumancia es una práctica extendida por todas las comunidades autónomas. Hoy en día, el desplazamiento estacional de rebaños, con su paso desde las dehesas de invierno a las de verano y viceversa, se mantiene como un patrimonio vivo que ha originado “un rico patrimonio cultural y etnográfico, reflejado en fiestas y tradiciones, en la toponimia, la gastronomía y la arquitectura”, añade la nota. También “las manifestaciones de la tradición oral, la artesanía y las técnicas de pastoreo tradicional, así como la ordenación de los pastos en el marco del derecho consuetudinario, son elementos que la cultura trashumante ayudó a transmitir a su paso por los diferentes territorios peninsulares”.
Además, la técnica del vidrio soplado en España ha sido inscrita en la Lista de Manifestaciones Representativas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura como parte de la candidatura internacional compartida con Chequia, Finlandia, Francia, Alemania y Hungría. Es un premio a “los conocimientos, técnicas artesanales y habilidades en la fabricación de vidrio”.
La técnica del vidrio soplado “es un saber vinculado a la cultura española, con grandes centros de producción de más de tres siglos, como el Centro Nacional del Vidrio de la Granja, en Segovia, o los Vidrios Gordiola, en Mallorca”. Los procesos de la técnica del vidrio soplado, sus conocimientos, productos, instrumental y maquinaria asociada, así como espacios arquitectónicos “presenta un conjunto de valores históricos, inmateriales, tecnológicos y artísticos que merecen ser preservados”.
Además, cerca de 140 talleres de artesanos y artistas por toda España, en algunos casos vinculados a museos, “buscan revitalizar y dar visibilidad a producciones características de centros ya extinguidos”.
Con estas dos nuevas inscripciones, España suma 21 manifestaciones culturales declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El próximo año se espera que sean evaluadas por la Unesco nuevas candidaturas, como la Cultura Sidrera Asturiana; así como la ampliación para las comunidades autónomas de Madrid, Canarias y Murcia de El arte de la piedra en seco, declarada en 2018 Patrimonio Cultural Inmaterial.
Por último, Cultura informa de que en la próxima Asamblea General de Estados Parte de la Unesco, que se celebrará a mediados del año 2024, se decidirán los países que formarán parte del comité evaluador de las candidaturas de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. España aspira a entrar en ese grupo, del que ya fue miembro de 2009 a 2013, para así poder ser parte activa en la toma de decisiones.
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