Christian Horner, director del equipo Red Bull de Fórmula 1, se someterá este viernes al escrutinio de su propia compañía, que ha puesto en marcha una investigación para concluir si el ejecutivo sobrepasó los límites profesionales en su relación con una empleada, que le acusó de ello. La compañía de bebidas energéticas publicó un comunicado a principios de esta semana, en el que anunciaba que había solicitado los servicios de un abogado externo. “Después de tener conocimiento de ciertas acusaciones hechas recientemente, la empresa inició una investigación independiente. Este proceso, que ya está en marcha, lo lleva a cabo un abogado especialista externo”, informó Red Bull. “La compañía se toma estos asuntos muy en serio, y la investigación se completará tan pronto como sea posible”, prosigue el mensaje.
Horner negó rotundamente esas acusaciones. “Son rotundamente falsas”, declaró al periódico holandés De Telegraaf. Será este viernes cuando sea interrogado acerca de lo sucedido, y en función de qué suceda en esa vista se decidirá sobre el futuro de uno de los ejecutivos más populares del paddock. En caso de ser probado que, efectivamente, el británico se excedió en su trato con, al menos, la empleada que lo ha denunciado (no han trascendido más detalles sobre la denuncia), es posible que pierda su puesto al frente de la escudería que se ha llevado los últimos dos títulos mundiales de forma consecutiva, de la mano de Max Verstappen.
Horner, de 50 años, dirige la formación del búfalo rojo desde su entrada en el campeonato, en 2005. Con él al frente, Red Bull ha logrado los seis títulos mundiales que figuran en su palmarés; los cuatro seguidos de Sebastian Vettel, entre 2010 y 2013, y los dos últimos, ya con Verstappen. Este suceso se precipita apenas unos días antes de la presentación del nuevo monoplaza (15 de febrero) con el que Mad Max y su compañero, Checo Pérez, afrontarán el próximo Mundial, que arranca a primeros de marzo, en Australia. Horner, de 50 años, está casado con Geri Halliwell, ex miembro del grupo Spice Girls, cosa que ha hecho que los tabloides británicos estallen con las posibles consecuencias, a todos los niveles, que podría tener esta denuncia, en caso de confirmarse.